9 de mayo de 2013

Burrocracia

Para mi amiga Selva Virgen
licenciada en Burrocracia
(hermosa actriz, invidente)

Conversaciones con mis nietos Emilio (11 años) y Olivia (9)

Tapalpa, Jalisco, donde abundan los burros. 
Después de un paseo por el campo.


Olivia -¿Abuela, qué es la burrocracia?

Abuela, pensé: ¿Lo dice por los burros que vimos en el camino?, o acaso ¿por su gracia? pero no quise responder sin estar segura. -¿Por qué me lo preguntas Olivia?

Emilio -"Es que yo he oído que la burrocracia es un estorbo y yo veo que estos burritos son muy lindos y no son estorbo, al contrario llevan leña, las personas los montan, cargan agua, aguantan mucho..."

Abuela -Ciertamente Emilio y Olivia la burrocarcia no tiene nada que ver con ellos. Es un problema social, es una carga como la que llevan los burros, pero esa carga es el peso del estado que cada vez engorda más.

Olivia -Pero ¿qué es el estado?

Emilio -El de Jalisco, Oli

Abuela -No, el Estado es el conjunto de instituciones en todo el país, que chupan sangre de los ciudadanos, como los zancudos, las pulgas, los piojos o las chinches, igual. Ustedes ya han visto de cerca estos animales ¿no?

Olivia -¿Y no nos enferman?

Abuela -¡Claro! la enfermedad se llama pobreza, desnutrición, dengue, cáncer, ignorancia y la peor es la pasividad, que viene de la extrema paciencia que tiene este antiguo pueblo de México.

Olivia -¡Ah!, sí, en la escuela me dijeron que ya llevamos 200 años como país, ¡claro que somos viejos!

Emilio -No, yo ví en la tele y oigo cada rato en el radio; que son 100 años de Revolución y 200 de Independencia; pero idependencia ¿de qué abuela?

Abuela -De nada, Emilio, dependemos de otros, así como ustedes dependen de los permisos de sus papás, nosotros los mexicanos, dependemos de la voluntad de otros países, entre ellos de los gringos y de los europeos, porque lo que hacen o dicen allá repercute acá, como el eco.

Emilio -Entonces ¿no somos libres?

Abuela -Aún no

Olivia -¿Cómo le hacemos, abuela, para ser libres?

Abuela -Necesitamos romper puertas y ventanas, como el héroe que cargó esa gran piedra y abrió la Alóndiga de Granadita, porque nos estamos pudriendo...

Emilio -Yo soy muy fuerte abuela, el otro día cargué la madera para subirla al árbol donde estamos haciendo la casita, ahi en tu casa.

Abuela -Sí, Emilio ya me dí cuenta, pero necesitamos cargar entre todos los mexicanos esa gran piedra que forman los impuestos porque cada vez nos aplasta más; para que podamos liberarnos. Tú solo no puedes; yo sola tampoco; pero si nos unimos entonces sí es posible. Tú dices Olivia que somos viejos por los 200 años, pues fíjate que somos más viejos que eso, nuestra cultura tiene miles de años y por lo tanto somos un pueblo sabio, desde antes que hubiera Guerra de Independencia y antes que se armara el revoltijo de la Revolución. Pero esa historia no la cuentan, no les conviene a los burrócratas.

Emilio -¿Los maestros son burrócratas abuela?

Abuela -No todos Emilio, tú tienes una maestra ejemplar, te enseña como si estuviera platicando sólo contigo y lo que tú hablas de ella es maravilloso; pero la mayoría de los maestros sólo piensan en sus problemas diarios, en su "plaza", en no perderla, en subir de puesto: ser directores, inspectores... lo cual es imposible, porque son muy pocos los mandamases, es mejor hacer bien su trabajo como tu maestra, que estar soñando en ganar, ganar, ganar mucho dinero sin hacer gran esfuerzo. Casi todos los burrócratas anhelan eso y algunos ni siquiera se aparecen a trabajar, esos se llaman aviadores y aquí en Jalisco tenemos muchos de ésos y sin avión, ja, ja, ja.

Olivia -¿Los doctores son burrócratas abuela?

Abuela -No todos Oli, hay algunos excepcionales, pero a la mayoría de ellos que trabajan en el Seguro Social, en el Hospital Civil, en el ISSTE, en el Hospital Militar, en el DIF, etc. les pagan muy poco, les exigen mucho, los saturan de pacientes, los hacen tronar de cansancio y eso causa que muchas personas se quejen y sufran problemas de mala atención.

Emilio -¿Cómo sabemos quienes son burrócratas y quiénes no?

Abuela -Los que trabajan con alegría, espíritu de servicio, amabilidad, buen trato y sobre todo paciencia, son los que hacen crecer al país y seguramente están concientes que tú, o yo les pagamos, con nuestros impuestos, su salario. ¿A ustedes les gustaríaa que yo me gastara el dinero en perfumes, ropa nueva, carro lujoso, joyas... y no tuviéramos de comer en casa? Eso es lo que hacen los burrócratas despilfarran nuestro dinero: roban, insultan a los ciudadanos, engañan, hacen difícil un trámite, te obligan a dar muchas vueltas para conseguir un papel oficial, mienten y te tratan como si ellos fueran los dueños de las instituciones o edificios donde trabajan. ¡Esos son los burrócratas! Un estorbo.

Todos los países necesitan de esas personas que sirvan a los ciudadanos; pero cuando esos ciudadanos pasan al lado de la "Burrocracia" son una carga y no una ayuda. Cuando vas a otros países y vives experiencia de servicio a la población, como debe ser, te sientes triste que aquí no sea así.

Abuela Pisa
Miércoles 2 de junio 2010
Guadalajara, Jalisco, México